El presidente Juna Manuel Santos le pidió apoyo a los colombianos y al mundo
Fuente: Colombia.com
“Que Dios nos dé la fuerza y los colombianos y el mundo nos den su apoyo para hacer de esta ley que hoy sancionamos un instrumento de paz y de justicia”, declaró el Jefe de Estado en el acto de sanción y promulgación de la Ley, en la que estuvo presente como testigo de honor el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
Seguidamente, el Mandatario envió un mensaje a los integrantes de grupos armados al margen de la ley, que aun persisten en actos violentos: “Entiendan que los cambios que alguna vez pretendieron lograr con las armas, se pueden alcanzar mejor dentro de la democracia, sin causar dolor ni muertes”.
Indicó que con esta Ley se privilegia a los más débiles y se salva así a la sociedad, porque “bien se ha dicho que una sociedad que no privilegia a los más débiles está condenada al caos”.
Dijo que su Gobierno no solamente habla de paz sino que se están construyendo las condiciones para lograrla.
“Y quienes no entiendan esto –y me refiero en especial a los grupos armados ilegales- quienes no sepan leer los tiempos que vivimos y el rumbo que toma el país, ¡habrán perdido para siempre el tren de la historia!”, agregó el Presidente Santos.
Hizo énfasis en que la Ley sancionada este viernes es un hito no solo nacional sino internacional, porque “ningún otro país en el mundo ha asumido, como Colombia, un esfuerzo de estas dimensiones para reparar las víctimas, restituir las tierras y cerrar las heridas, sin haber terminado todavía el conflicto que nos desangra”.
Dijo que Colombia no podía esperar a terminar el conflicto para dar estos pasos, por lo que esta ley va a servir para construir un país desarrollado, un país en paz y justo.
“Por eso comenzamos ya. Porque sabemos que el dolor no da espera, que el sufrimiento no da espera y que no podemos seguir aguardando a que los violentos abandonen su carrera demencial”, subrayó el Jefe de Estado.
Así mismo, insistió en que reconocer la existencia de un conflicto en el país desde hace casi medio siglo, no supone un reconocimiento político a los grupos armados ilegales, “a los que seguiremos combatiendo como narcoterroristas en tanto sigan atentando contra la paz y seguridad de los colombianos”.