Si las autoridades de control no hacen nada, como es habitual, los consumidores estaremos expuestos a un grave sometimiento de abuso de algunos especuladores que se amparan en el comercio para cometer abusos y atropellos que bien podrían calificarse como atracos.
Con el oportunista y absurdo cuento de la inflación, el valor del dólar, los palos de ciego que da el Banco de la República al reajustar las tasas de interés y el incremento del salario mínimo, algunos avivatos especuladores y aprovechados comerciantes e intermediarios, se están valiendo de la ocasión para ponerle precios escandalosos a su acomodo a los productos de la canasta familiar, sin que se vislumbre una acción contundente de las autoridades. Seguir leyendo